Por ese eterno deseo insatisfecho

Percibimos la realidad, la interpretamos; despues la criticamos y la analizamos, luego proponemos y la transformamos.

lunes, 19 de abril de 2010

Faith Muñoz y su ensayito

“El blanco no sabe que una jícara no lleva más agua que el agua que señalan sus bordes. La demás derrama y desperdicia”.
(Ermilio, Abreu Gómez)

En el lenguaje conversacional es posible escuchar “indito”, para referirse generalizadamente a los indígenas, mostrando como la sociedad mestiza actual minimiza gran cantidad de aspectos culturales y antropológicos que por lo visto diversos sectores, por no do decir la mayoría, ignoran.
“Una civilización que desarrollo brillantemente la astronomía, las matemáticas, la medicina, la agricultura, la pintura, ¡La grande escultura!, la arquitectura, la literatura, la herbolaria, la educación, el tejido de telas, la artesanía… y otras que nos faltan… eso fue la civilización mesoamericana señores!” Sin duda el legado mesoamericano, que mas allá de “inditos”, o retomando nuevamente el vulgo conversacional “oaxaquitas”, es importante romper esta agraviante generalización, ya que convivían y combatían diversas culturas, entre ellas los aztecas, mayas, totonacas, mixtecas, chichimecas, otomíes, tarascos, huicholes, chontales, zapotecas, chinantecas, toltecas, olmecas, que como nos dice Octavio Paz: “Sorprende la pluralidad de ciudades y culturas, que contrasta con la relativa homogeneidad de sus rasgos mas característicos”.

Es importante hacer hincapié, y romper la perspectiva existencial que por educación (exitosa o ineficiente), ha sido impuesta desde tiempos memoriales, darnos cuenta que nuestra visión no es meramente propia, y que nuestra parcialidad es moldeada al margen de las entes dominantes. De esta manera si es que deseamos echar un vistazo a la realidad indigenista, como se expresa un critico de Castaneda y su obra ‘[…] en una “realidad no ordinaria”, tan objetiva como la cotidiana pero totalmente distinta, inexplicable para nuestros esquemas de pensamiento […], es necesario hacer primero filosofía.

Con sus fallas, (inevitables), las culturas ya mencionadas difieren de la cultura occidental, en su visión respecto a la riqueza y la naturaleza, los mesoamericanos, fueron socializados con el esquema cósmico del equilibrio, por lo cual ellos se declaraban responsables del estado de la naturaleza, negando anteponer el individualismo y aún la colectividad ante esta, la concepción de acumulamiento de bienes materiales y metales preciosos no era propia. Lo cual es importante retomar y considerar en estos tiempos, donde la sociedad capitalista moderna, es difícil diferir de los españoles que chocaron con cruz y espada, con un mundo distinto que “A raíz de la conquista de México […] los indígenas no solo fueron despojados y explotados, sino que se erigió una serie de justificantes ideológicos para cubrir una realidad”

Luego del genocidio, el transcurso del indigenismo ha sido difícil, fungiendo como carne de cañón en guerras civiles, como las próximas a celebrarse, donde en los festejos propuestos por el gobierno federal, su presencia es extremadamente escasa, lo cual demuestra no algo raro por parte de las autoridades.
El indigenismo nos obliga a recordar que la visión de cada pueblo y su capacidad de ejercerla es un derecho, el cual debe ser respetado, derecho por el cual han luchado mas de 500 años nuestros pueblos indios: Exigiendo como demandas, techo, trabajo , tierra, libertad, educación, salud independencia, democracia, paz. Demandas similares en 1810, 1910, y actualmente 2010.

Del Río, Eduardo. 2010 Ni independencia ni Revolución.. México. Planeta. 2010. p 15.
Paz, Octavio. El laberinto de la soledad. México. Fondo de Cultura Económica. 2008. Pág. 99.
Castaneda. Carlos. Las enseñanzas de don Juan. México. Fondo de Cultura Económica. 1974.
Gómez Jara. Sociología. México. Porrua.1998. p 217


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