
Tras estar en una conferencia sobre la violencia, el narcotráfico y la crisis económica, me di cuenta que los medios masivos, que son parte del problema y uno de tantos proveedores del miedo o de la paranoia entre las personas, tratan de dictar las soluciones. No pueden ni caben en opinar sobre la paranoia que se vive en Mazatlán puesto que de lo único que son encargados es en decir la verdad sin voltear a ver qué dice tal narcotraficante, tal grupo delictivo, tal funcionario o tal empresario. Los medios tienen un cierto parecido con el Estado: hacen mal su trabajo. En Mazatlán, representantes de los medios -como es la tele y la radio- nos dicen que no hay que tener miedo de los rumores de posibles atentados.
El vocero de la televisión nos dice que muchos televidentes llaman a la televisora preguntando que si en realidad había balaceras. Él contesta que son puros rumores y que no tengamos miedo, incluso nos contó que los zetas le llamaban amenazándolo a muerte y que si no depositaba dinero iban a levantarlo para después tirarlo en partes en una hielera; él bromeó diciendo que supuestamente les contestó que llevaran varias hieleras más porque quizá no cabía en las que iban a llevar, y que supuestamente, esos maleantes jamás llegaron. Entonces el mensaje general que este amigo dio fue: No hagan caso de los rumores, la gente que extorsiona diciendo que son parte de los Zetas son simples estafadores ocasionales, ustedes no tengan miedo ya que el miedo o la psicosis provoca esto en la sociedad, que vean algo que no existe, ustedes salgan, vengan a la escuela, vayan a los mariscos, a los tacos; consuman todo lo que puedan para que las pequeñas y medianas empresas locales vayan a la televisora a promocionarse y así circule el dinero, el dinero tiene que circular.
No podemos dejarnos ir así como así con la creencia de que son embaucadores oportunistas, qué tal si un día llaman a tu casa y tu por hacerle caso no crees en sus palabras, y a los cinco minutos te llegan a tu casa y matan a toda tu familia.
El miedo no es algo que el rumor haya creado, ni tampoco nada nuevo, el miedo es un método o sentimiento natural de las personas que nos alarma de cualquier peligro inminente. La paranoia hace que creamos o veamos cosas que en realidad no existen, como por ejemplo local: al ver camionetas grandes y con los vidrios negros podemos imaginar que es un narcotraficante y va a matarnos, pero en realidad puede ser un exitoso ganadero. Pero quién nos asegura qué es. Cuando uno tiene miedo no diferencia entre lo que sí es y lo que no es.
Ya todos sabemos dónde venden la droga que fumamos, dónde están los plantíos y dónde la procesan, el ejército, una de las tachas de México, siempre ha sabido dónde se sitúa la naturalidad del problema. Hay alrededor de 500 mil narcos en México y tan sólo en Sinaloa hay aproximadamente 10mil narcotienditas, todas ellas visibles e impunes ante el dinero. Alguien sabe de cuánto dinero estamos hablando en la ilegalidad de las drogas, imagínese usted qué sería Sinaloa sin el lavado de dinero, qué sería de México vaya.
Los empresarios y los medios, por otra parte, al igual que los narcos, quitan y ponen diputados al gusto, controlan al Ejecutivo y al país. Dictan nuestro carácter y nuestras necesidades, hacen de la televisión un circo y de la educación algo superfluo.
El vocero de la televisión nos dice que muchos televidentes llaman a la televisora preguntando que si en realidad había balaceras. Él contesta que son puros rumores y que no tengamos miedo, incluso nos contó que los zetas le llamaban amenazándolo a muerte y que si no depositaba dinero iban a levantarlo para después tirarlo en partes en una hielera; él bromeó diciendo que supuestamente les contestó que llevaran varias hieleras más porque quizá no cabía en las que iban a llevar, y que supuestamente, esos maleantes jamás llegaron. Entonces el mensaje general que este amigo dio fue: No hagan caso de los rumores, la gente que extorsiona diciendo que son parte de los Zetas son simples estafadores ocasionales, ustedes no tengan miedo ya que el miedo o la psicosis provoca esto en la sociedad, que vean algo que no existe, ustedes salgan, vengan a la escuela, vayan a los mariscos, a los tacos; consuman todo lo que puedan para que las pequeñas y medianas empresas locales vayan a la televisora a promocionarse y así circule el dinero, el dinero tiene que circular.
No podemos dejarnos ir así como así con la creencia de que son embaucadores oportunistas, qué tal si un día llaman a tu casa y tu por hacerle caso no crees en sus palabras, y a los cinco minutos te llegan a tu casa y matan a toda tu familia.
El miedo no es algo que el rumor haya creado, ni tampoco nada nuevo, el miedo es un método o sentimiento natural de las personas que nos alarma de cualquier peligro inminente. La paranoia hace que creamos o veamos cosas que en realidad no existen, como por ejemplo local: al ver camionetas grandes y con los vidrios negros podemos imaginar que es un narcotraficante y va a matarnos, pero en realidad puede ser un exitoso ganadero. Pero quién nos asegura qué es. Cuando uno tiene miedo no diferencia entre lo que sí es y lo que no es.
Ya todos sabemos dónde venden la droga que fumamos, dónde están los plantíos y dónde la procesan, el ejército, una de las tachas de México, siempre ha sabido dónde se sitúa la naturalidad del problema. Hay alrededor de 500 mil narcos en México y tan sólo en Sinaloa hay aproximadamente 10mil narcotienditas, todas ellas visibles e impunes ante el dinero. Alguien sabe de cuánto dinero estamos hablando en la ilegalidad de las drogas, imagínese usted qué sería Sinaloa sin el lavado de dinero, qué sería de México vaya.
Los empresarios y los medios, por otra parte, al igual que los narcos, quitan y ponen diputados al gusto, controlan al Ejecutivo y al país. Dictan nuestro carácter y nuestras necesidades, hacen de la televisión un circo y de la educación algo superfluo.
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