Por ese eterno deseo insatisfecho

Percibimos la realidad, la interpretamos; despues la criticamos y la analizamos, luego proponemos y la transformamos.

sábado, 27 de marzo de 2010

Cabezas perdidas


Cuando la mujer valora al hombre bueno es increíble. Hay mujeres tan fuera de órbita que no saben valorar al hombre bueno, lo que es creíble en estos tiempos de enfermedades.

Ni al sentimiento del bueno, ni al interés bueno, lo que hace al hombre bueno ser un hombre superfluo, yo por eso ya no quiero ofrecerle nada a nadie, al menos que sea algo bueno. Pero al final no sabemos qué diantres es bueno, o qué es malo, eso se lo dejamos al señor Aristóteles, y Jesucristo lo hizo posible. Y la Iglesia distorsionante.

No sólo hay hombres malos, también hay mujeres malas, muy malas, mujeres que de día son un maná y de noche sólo son humanos de banos instintos. En algún juicio de algún hombre esas somos las personas malas, las que no sabemos en realidad qué somos, las que empujados por la ciudad creemos estar en el buen camino, en un camino que es eternamente invisible.

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